Comienza el día cuando todavía no he abierto los ojos. Noto su barba en mi hombro. Manjón deberías afeitarte más a menudo.
Sube a pintar la gotera, mientras hago la comida. En aquel momento ya había comenzado a reunir fuerzas, aunque yo ni si quiera lo había notado.
Guardo la tarjeta de los power rangers que Ana le envió. Es a media tarde cuando empiezo a pensar que hoy hemos hecho lo que debíamos (tambien algunas cosas que no debíamos hacer). Manjón se levanta, camina despacio, con la cabeza alta. Ha acumulado decisión, ha reunido las fuerzas.
Se sienta a estudiar.
Me gusta la elegancia con la que aplaza las cosas, también la mirada cuando se enfrenta a ellas.
Me gusta pensar que Manjón siempre desactiva la bomba, (aunque tenga que pedirle a CCC que amplie el tiempo para la explosión).
