lunes, 27 de junio de 2011

guaraníes en el taxi

Muchas veces, cuando llevas clientes en el taxi, sientes que te están tomando el pelo. Las más de las veces es la denominada "paranoia del taxista" (patología muy frecuente en todos los que tienen que hablar a gente que no puede ver). Otras muchas es cierto, el número de cretinos frustrados que tienen que acabar riéndose de un taxista o de un camarero va in crescendo en esta sociedad. Pero la ocasión que traigo a colación merece la pena ser rescatada por la curiosa naturaleza de aquellos clientes... eran paraguayos. Tres, para más datos. Y nada más subir, tras saludar convenientemente y darme la dirección a la que deseaban ir, comenzaron a emitir silbiditos y sonidos chasqueantes. Mi primera reacción fue pensar que me estaban tomando el pelo. El paradigma del taxista paranoico me empezaba a pasar factura. Tras un ratito de extravagante conversación un par de miembros del grupo bajo del coche restando solo uno a mi lado. No pude evitarlo (quien me conoce lo sabe), así que procedí a preguntarle que era aquello que hablaban... Guaraní. Supongo que puede parecer difícil imaginar como suena el guaraní, para muestra un botón (se trata del Presidente de Paraguay haciendo un histórico discurso en guaraní):


Tiempo después he tenido la suerte de subir a otros clientes del mismo país, hablando esa curiosa lengua, a la vez que un perfecto español (la mayoría de los paraguayos dominan ambas lenguas, lo que rompe otro paradigma: el de la inexistencia de sociedades bilingües).

Un saludo.