¡¡¡Hola a todos!!!
Llevaba mucho tiempo sin escribir (ni aquí ni en cabanyaletters) pero la lectura de la interesante reseña del compañero Tortuga me empuja a hacerlo.
En primer lugar coincido con el autor del texto, N. Ridoux, en que la actual crisis mundial se manifiesta de multiples formas (financiera, cultural...). Coincido tambien en que se trata de una crisis sistémica y que su manifiestación actual solo pone de relieve contradicciones y deficiencias de la actual concepión del desarrollo. El resto del artículo se sumerge en ciertos lugares comunes del imaginario común de la izquierda (cita de Evo Morales incluida).
Me explico. Existe un artículo muy recordado de la Pepa (la constitución de Cadiz de 1812) que desarrollaba la siguiente idea "los españoles deben ser benéficos". En otros textos de la época se utiliza el término "felices". Se trata de un error muy común confundir fin con medio. Resulta fácil inducir que el principal problema de nuestra sociedad es que se asiente sobre el crecimiento indefinido (el siglo de las luces sigue teniendo parte de la culpa de ello). Que midamos si un pais hace las cosas bien si su PIB sigue creciendo (que produzca más bienes y servicios no debería ser seña de nada). Podemos sentar las bases de un estado del bienestar que nos lleve a pensar que los ciudadanos tendrán más posibilidades para ser felices, pero nunca plantearemos que el problema es que no se sigue la consigna de que debemos ser felices. Del mismo modo podemos plantear que el problema reside en que vivimos en una sociedad que predica el crecimiento indefinido, que nos lleva a consumir y por tanto debemos no ser consumidores, o al menos debemos serlo de un modo infinitamente más prudente. Pero eso es plantear un fin. Que yo deje de comprar en determinados establecimientos, recicle y use bolsas recicladas, o utilice el transporte público es un buen medio (incluso está medido, ahí estan los negavatios) pero del todo insuficiente para que llegar al fin que propone el autor. Si seguimos consumiendo papel como auténticas bestias (hasta para limpiarnos el culo), seguimos precisando de un industria con unas demandas energéticas apabullantes, y la mayoría de los ciudadanos precisan de vehículos basados en combustión fósil para ir simplemente a su trabajo... nada de lo que dice Ridoux resulta de este mundo, sería preciso inventar otro.
Una ingente labor legislativa sería necesaria para OBLIGAR a todos a cambiar nuestros hábitos, reducir drásticamente nuestra oferta alimenticia, de ocio y de servicios en general con tal llegar a la autosuficiencia local (que no precise que nuestras naranjas se vendan en Baltimore y nosotros consumamos argentinas, o que nuestro muebles se produzca en Suecia, por ejemplo...), etc. Respecto al tiempo... bueno existe un ameno e interesante ensayo de Racionero "Del paro al ocio" de hace unos 25 años que lo exponia muy claramente. Se trata de un bello canto anti ludita que plantea la maquinización de la industria, el echar el ancla al cremiento y el regreso a la sociedad del ocio de los ciudadanos de las culturas clásicas (hago un resumen traidor y parcial de un muy buen libro). Tampoco inventaba nada, Lafargue (el yerno de Marx) ya hizo una exaltación de la vagancia y condena del trabajo (etimológicamente viene de trepalium, tortura)... precedentes de una vieja idea, que una castiza frase castellana pone de relieve "trabajar es tan malo que te pagan por hacerlo", y por tanto si trabajamos menos (tiempo), trabajamos más (gente). Es cierto, totalmente, pero si trabajas más puedes ganar más y a tu jefe le sale más barato y gana más... y todos necesitamos más... y volveriamos al tema del consumo.
Como todos estos temas resultan tan complejos el señor Ridoux se deja llevar por la más antigua de las soluciones... la expropiación del que tiene para "restituirla" (redistribuirla le quita legitimidad a la acción) a la totalidad del mundo (así en general). ¿como lo hacemos? Les arrancamos a esos "usureros" su botín injustamente adquirido (matándolos para evitar futuras reclamaciones de esos incomodos expropiados, ver RUMASA) ¿y despues? aquí viene la vieja disputa entre el menchevique Volga (Plejanov) y el bolchevique Lena (Lenin), la dividimos entre los estados (tan fiables como la Bolivia de Evo) o la dividimos entre los 6.000 millones largos de ciudadanos del mundo, creando 6.000 millones de pequeño burgueses que quieren limpiarse el culo con papel... bueno que todo se reduce a que nuestro sistema consumista se asienta sobre que solo consumimos barbaramente unos pocos en el planeta, se asienta por tanto en la INJUSTICIA.
Con lo que el artículo del señor Ridoux podría resumirse en que de la crisis salimos todos siendo benéficos y felices, que es como no decir nada.
Una abrazo y perdón por el peñazo.
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